Cocodrilos de Caracas, amparado en el apoyo de su público al retornar la gran Final de la Liga Profesional de Baloncesto al gimnasio Naciones Unidas de El Paraíso, ejerció una defensa letal y un ataque mortal para empatar la serie decisiva contra Marinos de Anzoátegui al ganar 92-80.
Llegó el fin del camino tanto para los saurios como para el Acorazado, porque el martes por la noche se jugará el séptimo y decisivo encuentro entre ambos quintetos para dirimir quien será el campeón de la LPB en la edición 2009.
Después de estar la serie 3-1, favorable al conjunto de los marineros, el elenco dirigido por Néstor Salazar ha triunfado en los dos últimos encuentros (uno en Puerto La Cruz el pasado sábado 11 de julio) para forzar a que se jueguen los últimos 40 minutos de la actual campaña del torneo local.
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